Despoblación y mujer: tres de cada cuatro municipios están masculinizados

Si en el conjunto de España la media de mujeres es superior -hay 900.000 mujeres más que hombres-, en los pueblos el porcentaje se invierte. Un 75,8% están “masculinizados” y hay más hombres que mujeres. Este proceso, de gran importancia al afrontar el desafío demográfico, deriva del hecho de que las mujeres lideran los movimientos de población en busca de oportunidades.

En una entrevista con Efeagro a escasos meses de presentar la Estrategia del Reto Demográfico, la comisionada del Gobierno, Isaura Leal, recalca que “hay que hablar en femenino” de este asunto. En este desafío que afronta España, un país donde el 82 % de los municipios ha perdido población en esta década, Leal considera que se mezclan procesos y realidades como la despoblación, el envejecimiento y la masculinización.

Al analizar los municipios “rurales”, considerados todos los que tienen menos de 5.000 habitantes, las cifras reflejan que están “masculinizadas” todas las provincias, excepto las cuatro gallegas.  Según los datos del Comisionado, hay algunos casos llamativos, como Burgos, donde hay 120 hombres por cada 100 mujeres.

¿De dónde viene la despoblación?

A su juicio, el origen de esta situación es el éxodo rural del siglo XX, cuando los pueblos empezaron a quedarse vacíos, circunstancia que se agravó con la crisis económica de principios de este siglo, que provocó movimientos de población al extranjero, a las zonas de costa y a las ciudades.

Leal insiste en que se trata de un problema de igualdad, pues “cuando las personas salen no lo hacen por un afán de aventura, sino buscando oportunidades, mejores condiciones de vida y empleo”.

Por eso, afirma, “la crisis tuvo un impacto muy importante”, sobre todo entre los jóvenes y las mujeres, que fueron quienes “tomaron la iniciativa” a la hora de marcharse en busca de otras oportunidades. 

Papel protagonista de las mujeres

De ahí que “la masculinización del entorno rural" sea una realidad que, además, se vive con la paradoja de que aunque “el peso de las mujeres es menor en el territorio, juegan un papel protagonista”, asegura. Y recuerda que las mujeres mayores asumen el papel tradicional de cuidadoras y las jóvenes que se quedan son “muy proactivas y emprendedoras”.

Ejemplos de esta realidad son, por ejemplo, las reconocidas cada año con los Premios a la Excelencia a la Innovación en la Mujer Rural del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, reconocimientos que hacen visible la labor de estas emprendedoras muy entrenadas en saltar obstáculos por defender su territorio.

En este sentido, Leal subraya el valor de estas mujeres “formadas y con iniciativa” en la lucha contra la despoblación y en su defensa del territorio.

La violencia de género en el entorno rural

En cuanto a la presencia y efectos en el rural de los problemas que afectan a las mujeres de todo el país -como la violencia machista-, Leal admite que “la vulnerabilidad afecta en mayor grado”, pero no porque haya más incidencia. “La cobertura, la protección y el acompañamiento de las víctimas, señala, es el objetivo que el Gobierno quiere conseguir en todo el territorio, también en el rural, tal y como se reflejó en las medidas que aprobó el Consejo de Ministros el pasado noviembre.

En positivo, destaca que en los núcleos de población pequeños la “cercanía” entre las víctimas, las instituciones y los miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado supone, a su vez, un “mayor conocimiento y compromiso”.

Que el 90 % del territorio de este país tenga oportunidades de futuro es tarea de todos, y para ello hay que hacerlo atractivo y accesible para que sus habitantes, especialmente mujeres y jóvenes, quieran -y puedan- quedarse.